Cómo trabajo: una mirada integrativa hacia tu bienestar

Para mi, la salud no se reduce a una dieta o a una lista de alimentos. Es un proceso profundo de reconexión con tu cuerpo, tus emociones y tu ritmo interno.

Trabajo desde una visión integrativa y holística, donde la nutrición, la salud hormonal, digestiva y emocional están interrelacionadas y merecen ser abordadas de forma conjunta y personalizada.

Alimentación que nutre cuerpo, mente y emociones

La alimentación es uno de los pilares fundamentales de mi trabajo, pero no la única herramienta.

En consulta, trabajamos juntas para entender qué necesita tu cuerpo y cómo podemos acompañarlo desde la comida, sin restricciones absurdas ni etiquetas. Uso herramientas de la psiconeuroinmunología clínica (PNIc) para observar el impacto del estrés, el entorno y tus emociones en tu salud física.

Así, elaboramos un plan alimenticio que no solo mejora tus síntomas, sino que también potencia tu bienestar general y tu energía vital.

Alimentación con alma: ¡mucho más de lo que comes!

Mi enfoque nutricional no va de prohibiciones ni de dietas estrictas.

Va de reconectar con lo que tu cuerpo necesita de verdad. De respetar tu ritmo. De sanar tu relación con la comida.

Lo que abordamos en consulta:

Y todo esto lo tratamos con terapias que integran lo físico y lo emocional

 Mi enfoque combina nutrición con técnicas complementarias como la kinesiología y la digitopuntura auricular. Esto me permite acceder a otros planos del cuerpo, trabajando la energía, la inflamación y el equilibrio del sistema nervioso desde una perspectiva más profunda y sensitiva.

Muchas veces, los bloqueos físicos son consecuencia de emociones no gestionadas, y mi propósito es ayudarte a liberarlos desde la raíz.

Y si sientes todo… con más intensidad, aquí tienes un espacio para ti

Alta sensibilidad: un lugar seguro para sentir

Soy una persona altamente sensible (PAS). Y muchas de las personas a las que acompaño también lo son.

¿Qué significa esto? Que tienes un sistema nervioso más receptivo, una empatía más fina, una mente muy activa… y a veces eso puede saturar tu cuerpo.

Por eso, parte de mi trabajo se enfoca en ayudarte a:

Tus niveles de estrés influyen directamente en tu salud física.

Aprenderemos a calmar tu sistema nervioso para reducir la inflamación, equilibrar tus defensas y recuperar tu energía.

Tu sistema digestivo está conectado con tus emociones.

Vamos a escucharlo, entender sus señales y darle lo que realmente necesita para sentirse en calma y funcionar mejor.

La sensibilidad no solo está en cómo sientes, también en cómo tu cuerpo reacciona.

Diseñamos un plan que respete tu ritmo, tus emociones y tus necesidades reales.

No se trata de hacerlo “perfecto”, sino de construir una rutina amable, realista y alineada contigo.

Hábitos que sostengan tu bienestar, no que te agoten.

Además, formo parte del equipo de la psicóloga Clara Ramiro Guzmán, referente en Alta Sensibilidad.

Este proyecto es clave para mí, porque nace también de mi propia historia.

¿Sabías que tus emociones también influyen en tu digestión, tus hormonas y tu inmunidad?

Lo que sientes también lo somatizas. Por eso mi acompañamiento también toca lo emocional, desde un enfoque clínico y energético.

1. Escuchamos lo que tu cuerpo lleva tiempo diciendo

 Evaluamos cómo el estrés, la ansiedad o experiencias pasadas están influyendo hoy en tu salud digestiva, hormonal y emocional.

Porque todo está conectado.

2. Integramos terapias que acompañan, no invaden

Combinamos herramientas como la digitopuntura auricular y la kinesiología para ayudar a tu cuerpo a liberar tensiones y recuperar su equilibrio de forma natural y respetuosa.

3. Calma para tu sistema nervioso, claridad para ti

Diseñamos juntas estrategias para regular el sistema nervioso y ayudarte a habitar tu cuerpo desde un lugar más sereno, fuerte y consciente.

Historias que inspiran

Empieza a cuidarte de forma consciente.

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No se trata de hacerlo “perfecto”

sino de construir una rutina amable, realista y alineada contigo.